El Instituto Nacional de Semillas (INASE) oficializó las primeras genéticas argentinas en ser registradas para su comercialización: CAT 3 y EVA. Hito histórico en el devenir del cannabis en Argentina. Por primera vez el país tendrá soberanía nacional sobre la semilla de cannabis. El primer paso para quien quiera comenzar el cultivo de su propia medicina o emprender una industria, tendrá una opción nacional, investigada y estabilizada. «Mediante las resoluciones INASE n° 84 y 85 se incorporan al Registro Nacional de Cultivares las dos primeras variedades nacionales de cannabis», publicó el Instituto en sus redes sociales. Cuando ambas resoluciones estén disponibles en el Catálogo Nacional de Cultivares, se podrán obtener más detalles sobre las genéticas autorizadas como el origen, producción y calidad. Si bien el INASE no realiza la producción de las mismas, informaron que «estamos trabajando en la reglamentación del circuito de comercialización para garantizar la trazabilidad de la semilla, a la que tendrán acceso usuarios registrados en el REPROCANN y los proyectos de investigación con aprobación del Ministerio de Salud». Aún no está aclarado si por el derecho de obtentor tendrá algún costo o será gratuito. Este paso permitirá conocer de forma certificada la composición de cannabinoides, terpenos y flavonoides. Para la investigación será la base de un punto de partida y para les pacientes cultivadores un paso importante para dejar atrás la especulación -prueba y error- y poder plantar genéticas con las características recetadas. Cepa Terapéutica Argentina (CAT 3)El nombre quedó registrado a partir de 2019 cuando la genética alta en THC 30% llegó al primer proyecto de investigación Cannabis y Salud coordinado por el CONICET en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de La Plata. Allí se sumó a la CAT 1 y CAT 2 donadas por la Organización Cultivo en Familia de La Plata y la Asociación Cultural Jardín del Unicornio. Hoy es la genética de la sociedad anónima con participación del Estado mayoritaria Agrogenética Riojana. Pero el origen de esta genética, hoy la primera variedad nacional, proviene del cultivador solidario Daniel Loza, el Profesor Lozax, del barrio platense El Mondongo. Electrotécnico de oficio, se dedicaba a la reparación de heladeras y lavarropas. Conoció la planta a causa del asma que aquejaba a su mamá, con un té la calmaba. En el año 2000 fue diagnosticado con Hepatitis B y C, le pronosticaban poca esperanza de vida, 5 años, así fue que decidió ser su propio «conejo de india». Metódico, inteligente, estudioso y carismático el Profe Lozax se abocó al cultivo. Así fue que se produjo Quinto Elemento, un fresco y entretenido documental, que explora la vida y obra del delirante Profesor y su jardín primitivo. El programa, del cual el primer capítulo fue subido en el 2013, lo mostrará, a lo largo de las temporadas, preparando la tierra, germinando, cuidando, podando y conservando la cannabis al vacío, su quinto elemento. Pero sobre todo se puede apreciar el trabajo que realizó, en exterior, cruzando de forma sexual ejemplares de Moby Dick, Ak-47 y su Quinto Elemento, tanto en verano como en invierno. La 5° temporada (2018) comienza con la detención del Profesor por «tenencia simple» en infracción a la arcaica Ley de Drogas 23.737, semanas mas tarde es liberado con prisión preventiva, pero su salud deteriorada no aguantó y falleció en agosto de ese año. La UFI N°18 entregó al Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIM – CONICET) de la Universidad de La Plata todo el material incautado en el allanamiento, donde formó parte de la denominada CAT 3. Genética EVALa segunda genética nacional fue registrada por la empresa León Verde S.A, de Zárate provincia de Buenos Aires. Constituida en mayo de 2021 por Martiniano Stanisio, cultivador solidario, tras asociarse y emprender el camino hacia el registro. Stanisio se define como un cultivador de la «vieja escuela, me gusta ir hacia atrás en las variedades para recuperar la mayoría de los cannabinoides posibles». Es por eso que EVA es rica en THCA %30,6, con un efecto terapéutico importante en los tratamientos del dolor. El predio ubicado en Capilla del Señor, Ruta 193 km15, cuenta con 2,32 hectáreas y por el momento es outdoor: «Hace más de 15 años que me dedico al cultivo, pero sobre todo a la cruza de genéticas. Siempre tuvimos cultivos de guerrilla, con fin solidario y por supuesto de bajo perfil por la clandestinidad», cuenta Stanisio de 46 años. Algunas de las primeras cepas que llegaron a sus manos provenían de viajes, algún resto del prensado conocido como «paraguayo» por su origen, y algunas Punto Rojo u otras de origen colombianas. El intercambio con otros cultivadores lo llevó a conseguir actualmente unas 8 variedades, de las cuales una fue registrada por el INASE. «Espero que la gente se anime más ahora. Es muy importante saber que estás cultivando. Hay que tener constancia y seguir los pasos, mirar los videos y hacer la tarea. Para mí fue una satisfacción enorme, después de tantos años en un minuto pase de la ilegalidad a la legalidad», expresó Stanisio. |
